A la mañana siguiente, la primera en levantarse fue precisamente Rose. Ya que al despertar tuvo
la familiar sensación de que había algo nuevo en su cuerpo. Ya acostumbrada a nuevas
sensaciones, solo rezo para que no fuera una mutación desventajosa... y al abrir los cuatro ojos,
y mirarse a su propio torso desde cierta distancia, comprobó que efectivamente, había cambios.
Sus brazos, se habían desdoblado, ¡ahora tenia cuatro! Esto sí que era una ventaja, pensó Rose,
pero el que sus pechos hubieran aumentado de tamaño tanto, no lo era tanto...
¡Pero 4 brazos! Tenia ya seis piernas, ahora dos miembros mas... ¿seria capaz de usarlos con
tanta destreza como los originales? Ahora mismo realmente apenas podían copiar burdamente
los movimientos de los originales, pero al igual que le paso con las piernas conforme le fueron
creciendo mas, con el tiempo ganaría habilidad. Estaba emocionada... así que se levanto y fue a
ver a Peter.. Sentía que el, al contrario que Didi, si que entendería la ventaja de tener dos brazos
extra. La sensación que tuvo al conocerlos, fue que el podría ser más afín que Didi, ya que le
parecía mas desanimada, o pesimista frente a la situación. En cambio, Peter se fijo en que no le
quitaba ojo de sus múltiples pechos... ¿Estaría interesado en ella? No... no es momento de
pensar en eso...
En cuanto entro en el cuarto sin avisar, vio a Peter ya despierto, pero en una forma que no había
visto todavía. Con su pene trasero totalmente erecto. Peter se percató de la invasión de Rose, y
rápidamente como pudo tiro una manta por encima de su gigantesco pene, y movió su pene
frontal de forma que el glande, que ya estaba descapullado, se ocultara debajo de uno de sus
pechos.
“ho... hola... no, no pretendía molestar.. lo siento...” Dijo Rose avergonzada, usando sus dos
manos diestras para tapar los ojos de sus dos cabezas.
“Oh.. no, no, por favor, no te oí entrar... yo.. no es lo que parece... yo...” Peter movió mejor la
sabana para tapar toda la longitud de su pene con su único brazo, lo que le costo bastante.
“Ya... me imagino lo que... bueno, lo que estarías haciendo, y no te preocupes. De donde vengo
es lo más normal del mundo. No tienes que avergonzarte, y menos con... semejante tamaño...”
Dijo Rose todavía con los ojos tapados
“Ya, me imagino que si no he sido el único en mutar, habrá más con cosas como estas, no? Pero
no estaba... ya sabes... es solo que por las mañanas me despierto directamente asi... ya sabes, el
clásico “morning wood”, no iba a ... ya sabes...” Dijo Peter concentrándose en bajar la erección
“Por cierto... has mutado! Tienes 4 brazos ahora!”
“si!! Has visto? Estoy emocionada, esto me da muchas ventajas, desde luego” Dijo Rose
destapándose los ojos y moviendo los brazos en cruz para verlos mucho mejor, incluso dando
una vuelta por la habitación. “aunque en contraprestación me han crecido mas los pechos...
justo lo que me faltaba, la verdad es que estoy un poco harta de tener tantas cosas colgando,
sabes?”
“Me lo puedo imaginar, aunque no son tan grandes, me refiero a tus pechos originales, claro...”
Dijo Peter “a mi me parece que están muy bien... y también te ha cambiado... ahí detrás, no?”
“ahí detrás? Como??” Dijo Rose extrañada sin saber bien a que se refería
“Pues... en tu trasero... creo que eso no lo tenías antes, no?”
Rose movió sus cabezas hacia su trasero, y allí mismo comprobó que entre los cachetes de su
trasero, había algo que efectivamente no estaba ahí. En cuanto los separo, las sensaciones que
tuvo le hicieron comprender de golpe
“¡Mi vagina! ¡Ahora esta aquí detrás! Y es... dios mío.. es enorme.. y carnosa.. y...” Rose acerco
sus brazos originales, pero los extra se pusieron por en medio dificultándole la exploración. Aun
así pudo llegar y comprobar que era plenamente funcional, ¡y muy sensible! El clítoris estaba
siempre al aire, era tan grande que sobresalía de entre los labios exteriores.. era muy grande!
Pero entonces se percató de que Frank estaba observando con detalle lo que acababa de
descubrir, y se movió para taparse como pudo
“Oh... yo.. perdona, jeje...” Dijo Rose roja de vergüenza
“Bueno... no sé, enhorabuena, no? Parece que tus cambios no han estado tan mal después de
todo...”
“Ya... yo.. estoy aun desconcertada con tantas novedades... creo que... creo que me iré a... “
Casi se le escapa que hacia un rato que notaba sus pechos colgantes llenos y doloridos, aun le
daba vergüenza reconocer que necesitaba ordeñarse casi cada dos días...
“.... A asearme un poco”
“Si, tranquila, yo en cuanto se me baje... bueno, eso... también iré a desayunar. Te espero abajo
entonces”
Cuando Peter llego al comedor del motel, allí ya estaba Didi, tomándose un café... La escena, a
pesar de que Frank ya estaba bastante acostumbrado a ver a Didi, le seguía impresionando. Didi
estaba literalmente sentada sobre sus pechos traseros, usándolos a modo de cojines. Lo que
Frank pensó es que no solo el se levantaba por las mañanas con alguno de sus dos penes
erectos... Se ve que a Didi también le pasaba, y mas teniendo número tan grande de penes. Su
expresión era casi de resignación frente a cierta “rutina”. Todos los penes de su pecho izquierdo
estaban erectos, no como los de su pecho derecho, que reposaban todos flácidos y colgando. Su
torso izquierdo daba buena cuenta de ellos, masturbándolos a cuatro manos. Dos de sus piernas
izquierdas sujetaban el pecho en alto, para dejar el torso en una posición cómoda.
Pero parecía que esa no era la acción principal de Didi. Debía ser algo automatizado, ya que ella
estaba centrada en su taza de café, sujeta por dos de sus brazos del torso derecho, mientras las
otras dos ordeñaban uno de sus grandes pechos de dicho torso. La mano restante apartaba el
pene que crecia donde debería haber estado su cuello, para que no se metiera por en medio.
“Buenos días... Veo que al final si que produces leche, no...?” Dijo Frank disfrutando de la escena
“Hola, buenos días... si... era lógico, no? La verdad es que es bastante dulce. Al principio me daba
reparo, pero en cuanto la probé, vi que no estaba tan mal. Total, al final me la tengo que sacar,
o acaba doliéndome.” Dijo Didi con total naturalidad, mientras su cara hacia pequeñas muecas
de placer cuando uno de sus penes eyaculaba. “Bueno... y que tal Rose? ¿Se ha levantado ya?”
“Oh, si, ha venido a verme, estaba bastante emocionada, le han crecido dos brazos extra, le han
crecido los pechos... y su vagina, ahora es mas grande...” Dijo Peter también impresionado
“Ya veo...” Dijo Didi con cierta expresión de indiferencia
“Que te parece? A mi me da la impresión de que encajaría muy bien aquí, Creo que puede
ayudarnos mucho... No solo por su físico, si no por su conocimiento de la situación ahí afuera. Al
final va a resultar que somos hasta afortunados de habernos quedado aquí atrapados”
“Si... tienes razón, siempre y cuando sea cierto lo que dice...” Dijo Didi pensativa “A ver, yo la
creo, solo hay que mirarnos, desde luego es la explicación más plausible, lamentablemente, de
todas formas, yo seguiría siendo cauta, no está de más vigilarla por lo que pudiera pasar.”
“Bueno... yo creo que es de fiar, de todas formas, puede que tengas razón... Pero veras como te
equivocas.” Dijo Frank
Mas penes eyaculaban mientras Didi bebía café, y en cuanto se lo acabo, se recostó un poco
mas sobre sus pechos traseros, y sus dos piernas delanteras retiraron la falda que le cubría por
debajo de la cintura, mostrando su gigantesca y monstruosa vagina. Después desplego sus labios
internos y los estiro sacando el clítoris de su escondite, que en cuestión de segundos se puso
erecto. Frank, seguía sin acostumbrarse a semejante vista... se quedo allí parado...
“bueno, que...? ¿Te vas a quedar ahí? ¿No tienes hambre?” Didi sabía que ya tocaba, incluso ella
notaba que necesitaba la “medicina” de Frank, por lo que Frank también estaría hambriento”
Pocos segundos tardo Frank en conseguir que su pene frontal, que Didi congio con sus piernas
centrales, para poco a poco írselo introduciendo en su colosal vagina. Mientras, su torso
izquierdo seguía a lo suyo como si tuviera vida propia. Didi había conseguido independizar los
movimientos y realizar multitareas de una forma muy eficiente.
Mientras tanto, Rose estaba en el baño, cerca de la bañera. Acostumbraba a ordeñarse una vez
cada dos días, pero esta vez había esperado demasiado, estaban pesados, y doloridos. Así que
cuando empezó a ordeñarse sintió un profundo alivio. Sus brazos extra ayudaban a presionar la
masa de carne, mientras los originales pellizcaban el gran pezón de cada pecho. Sus cabezas
vigilaban la operación desde cualquier ángulo, pero noto que sus pechos originales, ahora tres
veces mas grandes que antes, eran un problema. Apenas alcanzaba a llegar a su pecho frontal..
“Mierda, ahora necesitare ayuda...” Dijo dejándolo para después, mientras seguía ordeñando
los otros cuatro pechos. Litros y litros de leche chorreaban dentro de la bañera. Nunca la había
probado, beberse el liquido que producía su propio cuerpo le parecía algo grotesco y
desagradable. Pero muchas veces se preguntaba si a alguien le aprovecharía semejante líquido,
mas sabiendo que era capaz de producir del orden de 10 a 20 litros cada sesión.
En cuanto termino, lo limpio todo y se secó bien, vistiéndose de alguna manera con la ropa que
encontró en su habitación. En cuanto entro en el comedor, se quedó boquiabierta al ver la
escena.
Peter entrando y saliendo de la colosal vagina de Didi, siendo usado como un consolador por la
propia Didi, mientras su torso izquierdo seguía masturbando penes, y los de su pecho derecho
empezaban a ponerse erectos. Didi se percató de la irrupción, y quizá en otra ocasión se habría
avergonzado, o se habría sentido profundamente incomoda ante la situación, pero su mente
había cambiado, y la necesidad de la medicina de Frank la desinhibía totalmente.
“Buenos días Rose... ¿que tal has dormido? ¿Has descansado bien?” Dijo Didi disminuyendo el
ritmo de las penetraciones. Frank también giro la cabeza y miro a Rose, un poco avergonzado
de la propia situación
“ho... hola...” Dijo Rose, sin poder apenas articular palabra.
“No te preocupes, esto es normal... como te dijo Frank, somos simbióticos, y esta es la forma en
que, bueno, intercambiamos proteínas y alimento. Se que debe sonar asqueroso, pero créeme,
no hacerlo es muchísimo peor.” Dijo Didi
“Así que.. es.. claro... yo... no había visto tu gran.. tu.. dios mío... estoy francamente
impresionada, he visto mutantes de todos los tipos, pero nunca nadie como tu.. ni de lejos!”
Dijo Rose visiblemente impresionada “Y... perdona que te pregunte, pero... claro, estáis... estáis
follando, no? ¿Es así como intercambiáis...fluidos?”
“Bueno, para que yo pueda darle a Didi su medicina, tengo que eyacular... asi que...”Dijo Frank
haciendo el gesto de levantar los hombros, solo que fueron sus pechos los que se movieron.
“Entonces... estáis... obligados a tener sexo.. cada cuánto? Debe ser impresionante el placer,
no?” Dijo Rose con cada vez mas interés
Didi volvió a iniciar el movimiento de Frank, pero con cierta lentitud mientras hablaba “si.. cada
uno o dos días, mas o menos. Con eso podemos pasar. Y si.. es... bueno, brutal... el tamaño de
mi vagina hace que el placer sea proporcional. Aunque tu ya lo comprobaras, ya me ha dicho
Frank que la tuya también ha cambiado, no?”
“he... si...” dijo Rose algo avergonzada y molesta por la indiscreción de Frank “Si, supongo que
lo.. comprobare. Pero... tu torso... ¿es necesario lo que hace?”
“Te refieres a este?” Dijo Didi, al tiempo que su torso izquierdo soltaba los penes de dos de sus
brazos para auto señalarse. “Pues.. realmente si...para conseguir un buen orgasmo necesito
incrementar mi libido todo lo que pueda... eso favorece el intercambio de líquidos. Cuanto mas
grande es el orgasmo, parece que mas alimento transfiero a Frank.” Didi parecía que disfrutaba
con todas las explicaciones que estaba dando, ya que Rose estaba tan receptiva e impresionada,
que le daba la sensación de ser importante frente a una persona nueva, y eso la hacia sentir
bien. O al menos orgullosa del monstruo en el que se había convertido.
“Entonces, cuantos mas orgasmos tengas a la vez, ¿mas comida para Frank?” Pregunto Rose
“Si, y mas placer para mi, claro.” Dijo Didi, al tiempo que su torso izquierdo volvió a su faena
“Pero claro, a pesar de todos mis miembros, nunca podría dar abasto con todos mis penes...”
Rose abrió bien los ojos... y se fue acercando poco a poco “Quieres... que te eche una mano...?”
Dijo de forma tímida y casi sin voz.
Didi se extraño al principio, deteniendo a Frank en su movimiento, pero su libido la tenia ya
totalmente desinhibida, y la búsqueda de mas placer obvio el hecho de que la iba a masturbar
una persona relativamente desconocida. “Bien... claro.. porque no?” Entonces sus dos piernas
centrales maniobraron para coger el pecho derecho, que tenía ya mas de la mitad de penes
erectos, incluyendo el gran pene central que un dia fue su propio pezón, y lo movió orientándolo
hacia ella. “Ven, acércate, te lo sujetare. ¿Asi está bien?”
Rose se acerco y se fijo por primera vez en detalle en la cantidad ingente de penes y en que no
había dos iguales. Todos eran diferentes, tamaño, forma, longitud, espesor, incluso los había
deformes, alguno se bifurcaba en dos, o estaban unidos. “Guau...” Alcanzo a decir. “Es
impresionante... y estos?” Dijo cogiendo el pene doble y mostrándoselo a Didi”
“Oh, si. Frank y yo lo llamamos el 11...” Dijo Didi
Rose intento concentrarse para usar sus brazos extra, pero apenas repetían el movimiento de
sus brazos originales, así que los uso para forzarlos a coger un pene con cada mano extra,
aferrándolos, y con sus brazos originales cogiendo dos penes mas. Y asi empezó a masturbarlos.
Sus dos cabezas flotaban por alrededor de la escena, teniendo una visión espacial ideal.
Didi sintió por primera vez que otras manos que no eran las suyas aferraban cuatro de sus penes,
y la sensación fue nueva y placentera para ella. Y mas cuando empezó a masturbarlos. “mm...
oye, lo haces muy bien...” Dijo
“bueno, sinceramente, no es la primera vez que lo hago, aunque si es mi primera vez con cuatro
brazos, una vez, estuve con un vecino que todo el inferior de su cuerpo eran penes, incluso sus
piernas que se convirtieron en penes también grandes. Estuvimos casi toda la noche y apenas
conseguí que...” Dijo Rose, hasta que Didi la corto.
“Mmmm eso esta muy bien, pero tienes dos cabezas, con sus bocas, no? ¿Te tengo que hacer
un esquema...?” Los ojos de Didi ya estaban cerrados de placer, ya que su torso izquierdo no
paraba de eyacular penes, y Frank cada vez entraba y salía con mas violencia. Rose capto la
indirecta, y mientras sus cuatro brazos masturbaban cuatro penes, sus dos bocas se pusieron a
chupar otros dos. Seis penes en total eran masturbados por Rose, mientras el torso derecho de
Didi empezó a masturbar los penes-cuellos de sus dos torsos, llevándolos hasta su propia boca
para chuparlos con lujuria.
Apenas 3 minutos después, Rose comprobó la fuerza de la eyaculación de uno de los penes de
Didi, que se la oyó gemir al otro lado del cuerpo enorme. Las Piernas que sujetaban el gran pecho
lo apretaban y lo movían, presas del placer, lo que dificultaba a Rose hacer su trabajo. Ella misma
estaba cada vez mas cachonda, y quería tener todos esos penes a su alcance...
“Didi!.. deja el pecho apoyado aquí, sino no voy a poder...” Dijo Rose señalando su propio lomo.
Así lo hizo y descanso el pecho, el cual comprobó Rose que efectivamente pesaba mas de lo que
había supuesto, pero aun así podía hacerse cargo. Ahora tenia todos los penes a su alcance
incluso chocando contra su propio pecho. Sus cabezas podían seguir llegando a todos los penes,
y ahora si que sintió que tenia la situación controlada. Pene a pene empezaron a eyacular, y asi
fue durante casi 10 minutos, en los que Didi y Frank siguieron a lo suyo.
De forma casi inevitable tuvo que probar el líquido que brotaba de cada pene, para comprobar
para su asombro, que no era semen... ¡era leche! Pero una leche densa, muy dulce, y viscosa,
tenia la textura del semen, pero el sabor de la leche condensada... Le gusto, y aprovecho para
que cada pene que estuviera a punto de eyacular colocar su cabeza para beber y relamer todo
lo que saldría de el. ¿Seria el pecho el almacén de semejante néctar?
Cada vez los movimientos eran mas violentos, y parecía que no se iba a acabar nunca, mas aun
cuando vio que uno de los primeros penes en eyacular, volvía a estar otra vez erecto y listo para
otra descarga... dios mio, pensó, si todo el pecho esta lleno de esta leche, ¡esto puede no acabar
nunca!
Pero finalmente llego el clímax, cuando Didi apretó fuerte sus piernas, todo su cuerpo se tenso
y Frank a la vez, eyaculo dentro de Didi, y Didi sintió uno de los mayores orgasmos hasta la fecha.
Casi 3 minutos de orgasmo, por cierto. Rose estaba alucinada de la capacidad sexual de Didi y
Frank, y de como se complementaban. Durante esos 3 minutos, Didi y Frank estaban casi en
trance, disfrutando de un placer que ella solo podía imaginar. Finalmente, volvieron en si, con
la voz entrecortada y la respiración violenta... como si hubieran corrido un maratón.
“Uf... Rose... lo has... hecho muy... muy bien....” Dijo Didi visiblemente agotada.
“Guau.. chicos, sois impresionantes...Me alegro de haber ayudado...” Dijo Rose visiblemente
satisfecha.
“Por cierto, en el momento que necesites... bueno, autosatisfacción, solo dimelo, te lo has
ganado” Dijo Didi guiñándole un ojo. “ te dejo elegir el que mas te guste”
A Rose se le ilumino la cara “Guau... es.. bueno, muchas gracias, lo tendre en cuenta... mas tarde
sin duda te aviso”
“Si, ahora estoy... un poco agotada...” Didi y Frank se quedaron asi durante un rato mas, ya uqe
había empezado el intercambio de fluidos, una sensación placentera, pero diferente de un
orgasmo.
Rose los dejo tranquilos para que hiciera su intercambio en paz, y se fue a limpiarse un poco, y
arreglarse, para dar una vuelta por el terreno del motel. Realmente la habían puesto muy
cachonda, pero no era el momento. Además, el ofrecimiento de Didi la tranquilizaba, por lo
menos sabia que iba a tener desahogo a su libido, ya que había conocido a gente que a pesar de
sus necesidades fisiológicas, se negaban a intercambiar sexo, aun lo veían como un acto de amor
entre solo dos personas, pero eso ya había pasado a otro plano, puramente físico. No obstante,
se alegraba de que Didi se mostrara tan abierta desde el principio. De todas formas, seguía
viendo a Frank como también alguien a tener en cuenta, pero sus penes eran muy grandes para
ella. Era una lástima... No obstante, recordó que su vagina había aumentado... ¿podría...? No...
olvídalo, pensó. Tengo todos los penes que quiera en Didi...
Al rato se dio cuenta cuales eran los pensamientos que abordaban su mente ahora... cuales eran
sus preocupaciones... habían cambiado tanto las cosas...
El resto del día Frank y Didi siguieron haciendo sus rutinas, Frank centrado en el taller y Didi
haciendo el trabajo de campo, cuidar del huerto, acondicionar el lugar, etc... Rose ayudo a Didi
y a Frank al menos aprendiendo como habían montado las cosas.
“... y así es como lleno el deposito de agua, como ves, gracias a la bomba me ahorro un buen
paseo hasta el pozo todos los días” Dijo Didi
“Si, la verdad es que es una gran idea lo del generador. Pero el depósito que usáis es pequeño,
así tenéis que encender la bomba muy a menudo. Si usarais un depósito mas grande seria mas
eficiente, no?” Dijo Rose
“Si, claro, ya lo pensé, ¿pero que usar como deposito?”
“has visto los bidones de aceite vacíos que hay a la entrada? Si los forras de plástico, podrías
tener unos 100 litros acumulados, podrías tener agua por 3 o 4 días, incluyendo una ducha de
agua potable...”
“oye, eso es una gran idea” Dijo Didi, muy satisfecha. “por cierto, aparte de los zapatos y la
camiseta, no quieres llevar nada mas de ropa?”
“No.. lo que encontré en mi cuarto la verdad es que no me sirve. No me hace mucha ilusión ir
con todo esto colgando, pero no creo que haya ninguna prenda que pueda ponerme, ¿sabes?”
Contesto Rose con resignación.
“Bueno, las ropas que llevo yo, a ver si crees que las encontré en un armario. Me las hice yo, Si
quieres puedo hacerte algo.. para sujetar toda esa carne, te parece?”
“Eso seria genial! Supongo que te imaginas lo molesto que es tener todo esto rebotando entre
todas mis piernas. Una buena sujeción me vendría genial”
“No hay problema, cuenta con ello. Tenemos bastante material para coser.”
“Muchas gracias, sois muy amables conmigo, os estoy muy agradecida. A ti y a Frank, Claro...”
Rose se puso un poco dubitativa al hablar de Frank. “He... por cierto, ¿que relación hay entre...
Frank y tu? Aparte de la simbiosis, claro”
“oh... bueno, solo somos primos. Aunque como has dicho, ahora estamos mas unidos que antes,
por una razón puramente biológica.”
“Así que primos? Vaya, bueno, no pienses mal, solo lo pregunto por curiosidad...no quiero
meterme donde no me llaman y eso...”
Didi se quedo un poco desconcertada ante la pregunta “Oh.. eso.. no.. ósea... no pasa nada. Es..
es Frank.. es mi primo, y siempre ha sido un incordio. Aunque bueno, desde la explosión nuestra
relación ha cambiado... ahora somos como... ¿como diría? Como si fuéramos hermanos.”
“Oh, vaya, yo.. no me malinterpretes... no es que quiera.. ya sabes, tirarle los tejos ni nada de
eso, es solo que no quería meterme en medio de... ya sabes, una relación especial... ya sabes lo
que dicen, dos son compañía, tres multitud...”
“Tranquila... Frank y yo no somos pareja, no hay ningún tipo de tensión respecto a eso.” Dijo
Didi con cierta tensión por lo intima que se estaba poniendo la conversación.
Rose realmente se sentía atraída por el físico de Frank. No sabía porque, ya que era básicamente
dos penes con una cabeza, pero por algún motivo le gustaba. Y Didi, bueno, si que era cierto que
su sentimiento hacia Frank era mas maternal que otra cosa. Y el sexo... se había convertido en
una necesidad, eso no influía en desarrollar sentimientos mas o menos románticos. De todas
formas sentía que hablar de esto tan pronto con Rose era algo precipitado.
Rose dejo a Didi seguir haciendo su trabajo y fue a ver si podía echarle una mano a Frank.
Estuvieron el resto de la tarde trabajando, hasta que se hizo la hora de cenar.
“Bueno, como ves todavía queda mucho que hacer, ¿te parece que nos vayamos a cenar?
Aunque yo no voy a comer nada seguro que tu estarás hambrienta, no?” Dijo Frank
“Oh, si, puedes jurarlo. ¿Y no se te hace extraño no necesitar comer o beber mas?” Dijo Rose
“Pues... casi no lo hecho en falta, la verdad, si que añoro el sabor de algunas cosas, pero en
realidad estoy saciado, hasta que empiezo a tener “hambre” me siento genial”
“Ya veo...” Dijo Rose saliendo del taller, y parando para esperar a Frank que llegara reptando con
sus penes prensiles. “Y haces tu solo el recorrido hasta el motel? ¿Atravesando la gravilla y todo
así? ¿No te haces daño?”
“Bueno, no es muy cómodo, pero me acostumbro, al fin y al cabo, no puedo depender de Didi
para absolutamente todo. Me gusta poder valerme por mi mismo en todo lo que pueda.” Dijo
Frank.
“Ya veo, pero este viaje te voy a llevar yo” Dijo Rose palmeando su lomo. “Venga, sube”
Frank la miro con curiosidad, y negándose primero con la cabeza, al final acepto. Se acerco a
Rose y empezó a levantar su pene frontal para pasarlo por encima del lomo de Rose. Ella lo
ayudo cogiéndolo con sus cuatro brazos (cada vez mas diestros). Una vez su cabeza estuvo
apoyada en la parte superior del lomo de Rose, replegó sus penes para que los glandes quedaran
también apoyados. Sus dos pechos, colgaban a ambos lados. Parecía un poco inestable, pero
Rose lo sujetaba con sus brazos. Sus dos cabezas se pusieron entonces a ambos lados de Frank
a la altura de su cabeza, y comenzó a caminar.
“Debe haber sido traumática tu mutación, no? Perder miembros debe ser horrible” Dijo Rose
“Pues.. fue duro, la verdad. Yo antes era capitán del equipo de futbol, y tenia un físico envidiable,
la verdad. Verme reducido a algo sin brazos ni piernas... te lo podrás imaginar. Aunque si te soy
sincero, ahora esa sensación ha desaparecido, de alguna manera, me siento bien con mi cuerpo.
Y cuando me creció el brazo, albergue incluso ciertas esperanzas.”
Cuando llegaron al comedor, Didi ya tenia la cena preparada. Así que dieron buena cuenta de
ella. Se pasaron el resto de la velada comentando como eran sus vidas antes de la explosión... a
que se dedicaban... Rose, por su parte, conto que ella era una estudiante de ingeniería, en su
tercer año. Estaba de vacaciones en su pueblo, y la explosión la sorprendió de noche,
durmiendo. Sus padres precisamente habían salido esa noche, y no los volvió a encontrar, de
forma que se vio sola y medio mutada, con dos piernas extra creciendo de su propio vientre.
Pero se quiso centrar en como era su vida antes de la explosión. Curiosamente ella estudiaba en
la universidad donde Didi quería entrar, asi que se pasaron bastante rato hablando sobre eso.
Fue como un oasis en mitad del desierto, rememorar como eran las cosas antes de que todo
cambiara.
Poco a poco, Didi empezó a ver a Rose de otra forma. Los recelos que tenía al principio
empezaban a cambiar, al ver que efectivamente era una chica de fiar. Aunque no tenía claro que
es lo que sentía hacia Frank. Pero se le notaba cierta atracción, siempre intentaba estar cerca
de el. Pero... eso no tiene nada de malo, no? No.. trato de no pensar en eso. Hablando de Frank...
Se había quedado dormido, con su cabeza apoyada en su pecho derecho.
“Bueno, creo que es hora de que nos vayamos a dormir, ¿no?” Dijo Didi, levantándose y
cargando con Frank a cuestas.
“Si... la verdad es que ha sido un dia intenso. Buenas noches!”
Didi llevo a Frank a su propia habitación, y se acostó dejándolo dormir en su regazo. No quería
despertarlo. El también debería estar muy cansado. Total, ¿donde va a dormir mejor que encima
suyo?
Después de desnudarse, Didi tampoco tardo mucho en dormirse, al fin y al cabo, su propio
cuerpo era tan mullido en tantos sitios, que estaba cómoda en multitud de posturas. Y con Frank
encima, estaba hasta calentita.
Rose por su parte, ya en la cama, empezó a pensar en Frank. Se imaginaba su gran pene rígido,
intentando entrar en su vagina... su vagina... Aún no había tenido la excusa para explorarse bien.
Así que aprovechando la nocturnidad y la intimidad, se arrodillo en la cama, medio sentada
sobre sus propias ubres, y dirigió sus dos cabezas a su trasero. Ahora la podía ver con detalle. Lo
malo era que para poder tocarla con sus manos tenia que girarlas hacia su espalda, en una
posición no muy cómoda. Como pudo con sus brazos inferiores cogió los dos cachetes del trasero
y los abrió, separando los labios externos y mostrando su vagina... era realmente grande. No
tanto como la de Didi, pero para el espacio que tenía ella, era enorme. Su clítoris, ahora parecía
un pene pequeño. No pudo aguantarse mucho, y con su cabeza derecha se acerco para pegarle
un lametón. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo como una descarga de electricidad...
“Dios mío... ha sido brutal!” Dijo para si misma. Sus brazos originales intentaron llegar para
acariciarlo, pero llegaba con mucha dificultad. De hecho apenas podía llegar a su propio orificio
principal... Se conformo entonces con excitar el clítoris con sus manos, masturbándolo como si
fuera un pene. Su boca llegaba perfectamente, así que la uso con habilidad, tal y como ella sabia
que había que hacerlo, mientras su otra cabeza controlaba toda la situación. Poco a poco fue
creciendo la excitación hasta que finalmente tuvo un gran orgasmo clitoriano... sin lugar a dudas
el mayor que había tenido nunca. Didi tenia razón sobre la proporcionalidad del placer con el
tamaño del órgano. “si yo lo siento así.. como lo debe sentir Didi!!”
Se quedo tan satisfecha que acabo acostada con sus dos cabezas ocupadas en un largo beso
consigo misma, algo que no tardo mucho en probar en cuanto le creció su segunda cabeza. Le
encantaba hacerlo...
De esta forma, finalmente quedo profundamente dormida.